lunes, 28 de octubre de 2013

¡El rubicón!

¡Estoy aburrido! Muchos de nosotros hemos dicho esto en algún momento de la niñez y muchos de nosotros  escuchamos esta frase de la boca de nuestros niños.
¿Qué es el aburrimiento?
Es el cansancio o fastidio causados generalmente por disgustos o molestias, o por no tener nada que divierta y distraiga. También se le suele llamar hastío, es un estado emocional desagradable que se produce cuando una persona desea estar implicado en una actividad satisfactoria, pero no  consigue hacerlo.
Alrededor de los 9 años, los niños atraviesan un difícil momento, que en la pedagogía waldorf denominamos rubicón, es el momento en que el niño es consciente de su individualidad y en el que experimenta una sensación de soledad, ha desaparecido el niño que se sentía unido al mundo y que lo consideraba bello en toda su magnitud, ahora hay un nuevo niño que cuestiona absolutamente todo y que necesita que el mundo le demuestre que es verdadero en el sentido profundo de la palabra. Un niño que se anima a desafiar al mundo de los adultos y lo hace con el fin de que este se muestre verdadero, confiable, noble.
Este cuestionamiento viene acompañado de un interés por todo lo práctico. “¿Cómo se construye una casa? ¿De dónde viene la comida?,etc.”
Rudolf Steiner describe cómo el niño de nueve años experimenta en un nivel espiritual lo que el niño de tres años experimentó la primera vez que dijo “Yo”. Es ahora cuando surge una experiencia de individualidad independiente de todo lo demás. Esto conlleva el primer sufrimiento por soledad, pero también la primera dicha de estar con uno mismo. Trae la primera capacidad de entender la muerte como una realidad. Podría decirse que es la primera vez que nos sentimos tan inseguros de nuestra relación con la Naturaleza, con la Eternidad, con los otros, con nosotros. Todo ello se tiene que restablecer.
Como acompañar a nuestros niños?
Los niños que están en esta etapa necesitan conocer el mundo y sus misterios para aprender a amarlo y a sentirse parte de el, sentirse co-creadores.
Desde el hogar es muy bueno para ellos que se los implique en una tarea tal como  pintar paredes, construir juguetes, una casita del árbol, realizar pequeñas expediciones en la naturaleza recolectando objetos y realizando investigaciones al respecto, ser parte de un coro, de una orquesta, iniciarse en el aprendizaje de un instrumento, ser parte de una obra de teatro, participar en talleres literarios, ser parte de algún equipo en un deporte que le guste,etc.
En resumen es muy importante para el niño ser considerado como un ayudante fiel del adulto, alguien en quién se puede confiar alguna tarea importante, y si aún no ha manifestado interés por algún arte, deporte, un oficio en particular, es un buen momento para ayudarlo en esta búsqueda, ya que esto representa  la búsqueda de sí mismo. Él está  cimentando su auto confianza, autoestima, proyectándose como adulto que hace, como un individuo capaz de aportar su tarea, sus dones, su nobleza a la humanidad creciente. Todo aquello que inspire al niño en estas tareas será alimento, néctar para su alma.



2 comentarios:

  1. Me puedes ayudar a saber de algun libro o texto que hable más de este tema?

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    1. Hola!!te recomiendo el segundo septenio de rufolf steiner!cualquier duda podes escribirnos al mail d la escuela Abrazandoinfo@gmail.com.que esyes bien!mariela

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